Gracias a la mitología podemos conocer la cara de cada uno de los símbolos del zodíaco, su origen y los detalles del surgimiento de las constelaciones y las leyendas que a lo largo de la historia el hombre ha creado a su alrededor. El horóscopo está lleno de criaturas maravillosas y lecciones de vida, vigentes incluso hasta nuestros días. Cada signo tienen sus particularidades y conocerlas nos ayuda a entendernos nosotros mismos y comprender a quienes nos rodean. Escorpio es uno de los signos más enigmáticos y muchos tienen una percepción negativa de quienes están bajo su amparo, pero la realidad es muy diferente ya que estos son sensibles y determinados. Pueden parecer serios por fuera, pero son sinceros y leales y a la vez selectivos y eso les hace sentir seguros y en equilibrio.
El mito del escorpión
Dentro de la mitología egipcia, este animal es símbolo de poder y de una dualidad enigmática. Cuenta la historia que Isis, Diosa de la maternidad, era escoltada siempre por siete escorpiones. En uno de sus paseos, una noble cierra sus puertas, ente el paso de Isis y su curiosa comitiva. Los escorpiones se ofenden y pican a uno de los hijos de la mala anfitriona. Dice la leyenda que Isis se compadece del niño y lo sana. Esa dualidad entre sensibilidad y venganza es evidente entre los nativos de este signo. Son leales y tienen pocos amigos, pero si son traicionados pueden ser directos, fríos e hirientes.
El escorpión que desafió a Orión el gigante
Esta es otra de las historias relacionadas con esta constelación. Orión era un gigante muy lujurioso y tenía fama de violar a las doncellas. Un día se encontró con Artemisa y se cautivó con la belleza de la Diosa cazadora. Al intentar violarla, ella se defiende pidiendo auxilio a un escorpión, quien picó en el pie al gigante. En medio del delirio por el veneno del pequeño pero poderoso animal, Orión pidió auxilio a Zeus, quien lo depositó en el Cielo para inmortalizarlo. Artemisa quiso recompensar a su salvador colocándolo también como adorno en la bóveda celeste, pero lo colocó lejos de Orión. Así una constelación solo se ve en verano y la otra en invierno.
La historia del escorpión que sorprendió a Orión nos muestra el poder de un poco de veneno, que sale de un animal tan pequeño y que parece frágil, pero que botó al fuerte e invencible gigante. Así son los nativos de este signo. Por fuera parecen tranquilos y serenos, pero su fuerza interna es grande y tienen un espíritu luchador y lleno de luz. Alejan a las personas con el veneno de su lengua, no porque sean malos, ni porque digan cosas feas; sino porque son sinceros y directos en expresar sus ideas. La dualidad de los signos de agua se evidencia también en ambas historias, por un lado la nobleza de Isis y del escorpión que sirvió a Artemisa, aún a pesar de poner en peligro su vida. Por otro lado, la fuerza mortal de su aguijón al servicio de la justicia.