¿Conoces cuáles son las gemas de la suerte de Virgo?

Es una época en que se ha olvidado la verdadera razón de ser de las piedras preciosas, un tiempo en que solo sirven como adornos destinados a utilizarse en ocasiones especiales. Ya sea en cajas fuertes o en lugares densamente resguardados, estas joyas tienen un valor que va más allá del precio que los hombres puedan imponerle. Y entre todas ellas, existen piedras que sirven para que la persona de signo Virgo pueda adentrarse en el descubrimiento de sí misma, obteniendo además otros beneficios, como lo es el de la protección contra entidades negativas.

Un amuleto para Virgo, hecho de piedras mágicas

Existen muchas piedras que Virgo puede aprovechar. Valerse de ellas para impetrar energías bienhechoras, librarse de malas vibras como el mal de ojo o ayudarse para completar la carencia de alguna facultad. Tenemos por ejemplo al zafiro, ideal para sesiones psíquicas, mediadora del amor, la paz y la riqueza; el jade, que además de tener las mismas propiedades prolonga la vida de quien lo lleva asido de su pecho; el coral, que ha gozado de gran aceptación en el pasado, pasando a formar parte de rituales importantes; la turquesa, excelente para liberar a su portador de la magia negativa.

Algo muy importante a tener en cuenta es que una piedra, para ser utilizada requiere ser cargada. Luego, a lo largo de su uso, Virgo tendrá que descargarla, para así librarla de las energías negativas con que se haya corrompido. Existen para ello diversos procedimientos que podrían ser reemplazados, si se quiere, por algo tan simple como sostenerlas en la mano durante un buen rato, hasta conseguir comunicarse con ella y transmitirle con sus deseos la sintonía de sus vibraciones.

Hazle caso a lo que te indique tu alma

El tamaño de la piedra que Virgo desee utilizar será casi indiferente a menos que, expresamente, sienta el impulso de necesitar una medida en particular. Hacer caso a estas indicaciones que provienen del alma es muy importante, ya que es la persona, en su existencia cabal (cuerpo y espíritu), quien elige su piedra, y a su vez es elegido por ésta. Al juntarse se sienten los vapores de la química actuando entre portador y piedra, de manera natural, no forzada, como si desde el principio hubieran sido destinados a encontrarse. Virgo podría elegir también un cristal, tal como el cuarzo. En este caso, además de cumplir con el ritual de elección, en el que el cristal pide ser escogido, necesitará ser purificado, cargado y programado.

El proceso de carga se realiza con los rayos de Sol añadidos a los de la Luna, que representan la armonía entre lo masculino y lo femenino. Algo que se tendrá siempre presente es que, el cristal responde a los deseos de quien pretenda hacerse con él. Cada vez que Virgo necesite drenar las energías de desecho que se han acumulado en su interior, podrá valerse de su cristal. A través de un proceso de meditación, sosteniendo el cristal entre las manos o ubicándola en diferentes partes del cuerpo, incluso alineándolo conforme a la orientación de los chakras, conseguirá deshacerse de los influjos negativos de dicha energía.